Recorrer Costa Brava en coche de alquiler

Aunque no tan valorada como otras zonas costeras, la Costa Brava catalana ofrece un sinfín de metros de playa que merecen una visita obligada por parte de aquellos cuya vista favorita sea la de una playa. Una de las ventajas de esta zona es que se encuentra relativamente próxima a ciudades como Barcelona o Girona, por lo que lo más conveniente a menos que dispongas de vehículo propio será alquilar un coche en alguna web de alquiler de coches o en alguna de estas localidades.

La Costa Brava tiene una extensión de 214 km y está comprendida por las comarcas de l’Alt Empordà, el Baix Empordà y La Selva. Aunque cuesta delimitar a ciencia cierta cuál es el punto de inicio de la Costa Brava y cuál es el de final, suele decirse que es justo en la desembocadura del río La Tordera en Blanes donde comienza esta maravillosa costa. Precisamente a esta localidad llega la línea de cercanías de RENFE, no obstante, a partir de ésta se hace imposible poder viajar a menos que dispongas de automóvil, siendo por tanto importante reservar el coche de alquiler.

Cadaqués - Costa Brava

Quizás aquello que más gusta a los visitantes de la Costa Brava son las pequeñas calas escondidas y rodeadas de vegetación con aguas tranquilas y cristalinas. Algunas de éstas, surgidas por la erosión del mar sobre los acantilados, sólo son accesibles desde el mar.

Sin embargo, a otras sí se puede acceder por algunas carreteras o desvíos de éstas, aunque para ello se debe conocer con exactitud la cala o playa a la que se desea ir. De ahí la necesidad de conducir y alquilar un coche, puesto que sin él será imposible conocer con exactitud cualquier parte de la Costa Brava.

Además de Barcelona y Girona, hay otros puntos en los que poder reservar un coche de alquiler. Uno de los más aconsejables es la región de Lloret de Mar, una de las localidades más frecuentadas por turistas en periodos estivales. Además de que este pueblo está mucho más cercano a las playas de la Costa Brava –propiamente forma parte de ella-, hay calas impresionantes a pocos kilómetros del centro de Lloret.

Un ejemplo es la cala de Sant Francesc (San Francisco), situada justo al lado del jardín botánico de Blanes, uno de los más importantes de la comunidad catalana. A ella se podrá llegar en vehículo propio o coche de alquiler desde la C-32 y saliendo por el desvío existente justo donde el pueblo de Blanes termina. Una de las ventajas de esta cala es la posibilidad de descender con el coche hasta pocos metros antes de la arena, no teniendo que realizar una gran excursión hasta esta cala.

Otras de las calas en las que merece la pena darse un chapuzón es la de Santa Cristina, muy cercana a la de Sant Francesc. En esta ocasión, tendrás que dirigirte hasta un parquin privado –cuesta seis euros estés las horas que estés- en el que deberás aparcar el coche de alquiler o propio. Será allí donde deberás empezar a bajar una pendiente –que puede resultar bastante pronunciada en días de mucho calor- y que te llevará hasta la tan ansiada cala.

Begur, Calella de Palafrugell, Llafranc o Cadaqués…tantos puntos de interés posee la Costa Brava que resulta difícil poder elegir cuáles ver y cuáles no. Un coche y ganas de disfrutar de paisajes increíbles serán los únicos requisitos para realizar un viaje hasta la que algunos consideran la costa más bonita de la península.

Foto de Nathan en la Wikipedia



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